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“En mis manos polvo de mariposa. La mariposa revoloteo a mi alrededor soplando aire sobre mi rostro y arrancando, poco a poco, las penas de mi mente. De pronto la mariposa voló hacia el horizonte y la perdí. Entonces acerqué las manos a mi boca y lame el polvo de mil colores deseando volar hacia aquel espacio, hacia el detrás. Desperté del sueño y vi como toda mi inmovilidad se rompía y mis pensamientos de plata se colgaba en mis ojos líquidos de la emoción, intensa presencia de encuentro y, a la vez, de contención, frente a ti, amigo, frente a ti”

Chaude, 11 de febrero del 2003, encuentros 1/

 

A prisa, corriendo, alejándome del frío, ¡hacia delante!, pensaba, ¡hacia dónde hay primavera!, sentí. Sé que si construyo esta ilusión en mis entre tiempos se abrirán nuevos espacios.. Sabes? amigo, me hicieron sentir extraña y luego me vi como una vieja y una maldita ilusionista, pero ahora cuando tú me pides destellos me dejo llevar. . Qué sería de mí vida si no pudiese hacer trucos, si no pudiese jugar, si no pudiese sumergirme o volar… Esas migajas de instantes que inserto en espacios transparentes, sin otro contexto que la inversión misma, me dan un respiro, me dan sentido. Vamos! Quizá nos convertiremos en funámbulos.. Déjame coger impulso y mi salto será volado, será para saber más y más de ti, y saber que somos libres a pesar de tanta impotencia, de tanto control, a pesar de que se suma igual en euros que en dólares. Sólo inventando piruetas uno se puede conllevar, no crees?. Pero si no sabes hacer malabares... no te acerques, amigo!. Ayer ya me dijeron que no, un no lleno de sin lugar, de nadas, de silencio. Y, ahora sé que mis palabras y mis gestos sólo son para quienes como yo deseen ser ilusionistas." .

Chaude, Afirmació, 17 de febrero

 

 

 

Hay respuestas que son simples...y hoy un amigo respondió a una de mis incertidumbres. El lenguaje, la palabra más que ausentarse se deberían mezclar con los sentidos, con las emociones, con las sensaciones, y así dejarían de ser artificios para expandirse en sensualidades y también en sexualidad. Quizá lo que me ocurrió hace ya años- sólo sea esto: que dejé que mis palabras extranjeras se volviesen universales en el sentir. Sentí como la palabra de él, extranjero, acompañaban el tacto y reseguía el universo, mi universo. Su universo, él nuestro..

Chaude 7/02/2003