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Mis palabras eran frías y cortantes, eran navajas que penetraban en el denso aire, queriendo poner al descubierto el pensamiento del otro, queriendo saber. Y sesgaban los blancos sobrantes y vaciaban llenos de nadas para dar espacio. Reseguían sombras y perfiles ¡Qué sudor más metálico! Y mi sangre agitada, bombeaba mi corazón y tenía esa sensación de subida que da el deseo. De pronto, a la vista, palabras huecas y blandas, todas sueltas, como flotando en el silencio. Las soplaría para que cayeran en la certeza. ¡Cuánta ligereza, cuánta volada...! y miré hacia otro espacio, aquel, donde palabras rojas mancharan mi pensamiento. Siempre perdiéndome en estos instantes. intermedios!

Chaude, 25/02/2003

 

Y hoy me rebelo en la escritura que es como un decir sin ser visto. Quiero ficcionar toda mi vida, desde que sale el sol hasta que mis sueños detienen mi mente. Volveré a dejar rastro de mí en estas imágenes invertidas que miran desde el espejo. Siento deseo, también, de ver a los otros frente a mí para que, como mi gesto, nos columpien en sensaciones. Me rebelo de mi negación en esta escritura que tecleo, rápida y desde el rincón, aunque no sirva para otra cosa que para trampear este maldito minuto a minuto que me lleva a la contradicción, que me hunde en la perplejidad, que me conmueve sin poder dar un salto hacia delante, que me hace viajar donde nunca quise ir, en las ciénagas más cerradas del absurdo… Y donde por la mañana, uno hace esgrima, por la tarde, juega al ajedrez; Y, y por la noche.... se planificar, sin ninguna posibilidad, la mismísima huida. Si escribiese una sola palabra, sería más..... ¿pero cuál de ellas es la que marca mi rabia?

Chaude, “atmosferas” 2/2

 

De mi locura?
¡Pues... sabes! amigo, es muy sensitiva.
Si hace viento quiero sentir su movimiento en mí y quiero ir lejos con él y colarme por todas las rendijas del placer. Si llueve mojarme, escurrirme, resbalar y empaparme hasta ser agua. Si está el cielo encapotado, volverme gris “París”, ahogarme en él para ser amante, al puro estilo peliculero. Y si hace sol, volverme sombra de su luz, y esconderme, en la habitación oscura tras la persiana entre abierta, justo para ver su intensidad...; y si es martes? pensar que habrá un lunes más para maldecir. Mi locura es, hoy, el toc-toc de mi pulso mental, poco más. Quizá es locura reposada, un estimulo para mi mente y, de sus piruetas, un tiempo para sonreír.

Chaude, 4 de febrero, “atmósferas” 1/1