Triangulo
Pienso en los ángulos de un triangulo y en su dirección-tensión hacia el centro, un centro que no sé donde ubicarlo por la incapacidad de fijar los grados de cada uno de los ángulos. Creo que he conseguido establecer un presente distinto, otro presente, un sin tiempo o mejor dicho, un tiempo que se presenta sin sincronía con el tiempo real. El instante se mantiene como única posibilidad previsible de alteración, modificación y, evidentemente, cambio. Mi este otro presente, decía, se ha convertido en una fragmentación de espacios sin un tiempo fijo. Esos tiempos ya muertos y que de manera aleatoria están en disposición de hacerse presentes, se comportan como impulsos del instante de mi hoy. Es difícil describirlo, pero aunque en el intento se pone en evidencia el artificio de mi mente, tal vez como mecanismo poco razonables, me permite hacer frente a esas ausencias de intensidades vividas y que ya sin tiempo, aún requiero afirmar y reafirmar. Contra la desolación de paso del tiempo o mejor dicho, digámoslo en positivo, como afirmación hoy, requiero, no el encuentro finito con memoria-recuerdo, con sus amargas añoranzas o dulces nostalgias, sino como la matriz de intensidades vividas pero que sobreviven sin espacio/tiempo y reconstruyen el sentido de vivir hoy. Una traslación que deja la narración atrás, la narración ordenada… y pasa a convertirse en forma, en espacio de pulsaciones vivénciales, que llenan o deberían llenar mi vida y fortalecer mi capacidad de interaccionarme en este mundo. Hoy la narrativa se me convierte en ángulo no fijo de un triangulo. Se dice que hay una introducción, presentación o contexto, un acción o nudo y un desenlace o un desnudo. Bet murió en el accidente y la tensión es principio y a la vez fin. Como fin es su desaparición y la rotura de uno de los lados por no decir disolución del triangulo en sí pero no de la tensión del centro de los otros dos ángulos ya que no modifica su rol de ángulos de un triangulo. Bet, Franc y yo formábamos ese triangulo… El nudo sería en esta traslación, sin duda, no los, nuestros, días de realidad vivida sino la imposibilidad de desprenderse de la tensión triangulo; es decir los ángulos, el de Franc y el mío. El desenlace no sería el final de aquella historia triangular sino este instante presente de un triángulo imposible de rehacerse, por supuesto, pero, tal vez con la tensión para transformarse hacia otra tensión, sea o no triangular. No?
Pienso en los ángulos de un triangulo y en su dirección-tensión hacia el centro, un centro que no sé donde ubicarlo por la incapacidad de fijar los grados de cada uno de los ángulos. Creo que he conseguido establecer un presente distinto, otro presente, un sin tiempo o mejor dicho, un tiempo que se presenta sin sincronía con el tiempo real. El instante se mantiene como única posibilidad previsible de alteración, modificación y, evidentemente, cambio. Mi este otro presente, decía, se ha convertido en una fragmentación de espacios sin un tiempo fijo. Esos tiempos ya muertos y que de manera aleatoria están en disposición de hacerse presentes, se comportan como impulsos del instante de mi hoy. Es difícil describirlo, pero aunque en el intento se pone en evidencia el artificio de mi mente, tal vez como mecanismo poco razonables, me permite hacer frente a esas ausencias de intensidades vividas y que ya sin tiempo, aún requiero afirmar y reafirmar. Contra la desolación de paso del tiempo o mejor dicho, digámoslo en positivo, como afirmación hoy, requiero, no el encuentro finito con memoria-recuerdo, con sus amargas añoranzas o dulces nostalgias, sino como la matriz de intensidades vividas pero que sobreviven sin espacio/tiempo y reconstruyen el sentido de vivir hoy. Una traslación que deja la narración atrás, la narración ordenada… y pasa a convertirse en forma, en espacio de pulsaciones vivénciales, que llenan o deberían llenar mi vida y fortalecer mi capacidad de interaccionarme en este mundo.
Hoy la narrativa se me convierte en ángulo no fijo de un triangulo. Se dice que hay una introducción, presentación o contexto, un acción o nudo y un desenlace o un desnudo. Bet murió en el accidente y la tensión es principio y a la vez fin. Como fin es su desaparición y la rotura de uno de los lados por no decir disolución del triangulo en sí pero no de la tensión del centro de los otros dos ángulos ya que no modifica su rol de ángulos de un triangulo. Bet, Franc y yo formábamos ese triangulo… El nudo sería en esta traslación, sin duda, no los, nuestros, días de realidad vivida sino la imposibilidad de desprenderse de la tensión triangulo; es decir los ángulos, el de Franc y el mío. El desenlace no sería el final de aquella historia triangular sino este instante presente de un triángulo imposible de rehacerse, por supuesto, pero, tal vez con la tensión para transformarse hacia otra tensión, sea o no triangular. No?
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